Estos fueron los resultados de tres innovaciones realizadas en la Facultad de Ingeniería

En el 2015, el entonces decano de la Facultad de Ingeniería, Eduardo Behrentz, abrió una convocatoria para transformar tres cursos de pregrado a través del uso de estrategias pedagógicas apoyadas en tecnología. El propósito de esta transformación fue repensar el enfoque de enseñanza y aprendizaje en los cursos de Ingeniería para que se acoplara al contexto profesional cambiante. Tras la convocatoria, se escogieron tres cursos representativos dentro del currículo de las carreras de Ingeniería, liderados por tres profesores distinguidos en la Facultad. Los cursos fueron “Probabilidad y estadística”, “Análisis de sistemas estructurales” y “Mecánica de sólidos rígidos”.

Dos años después de que iniciara este piloto, vamos a ver los cambios que se implementaron en cada curso y los resultados –reflejados a través de la opinión de sus estudiantes y profesores-.

Probabilidad y estadística

Además del examen final del curso en los semestres 2015-2 y 2016-1, se realizaron encuestas a los estudiantes y entrevistas a los profesores para medir el impacto y conocer la percepción de los cambios vistos en el curso. Mientras el examen final mostró que los estudiantes tuvieron un mejor desempeño en comparación con las otras secciones, las encuestas presentaron que, pese a que entre un 60% y 80% de los estudiantes estuvieron de acuerdo en la mayor eficiencia y mejora del curso, hubo un porcentaje significativo de estudiantes que encontró dificultades con las sesiones presenciales.

Además de los resultados en el desempeño de los estudiantes, el profesor Mario Castillo habló sobre los posibles cambios que la innovación en su práctica docente:

Análisis de sistemas estructurales

Este es un curso obligatorio para la carrera de Ingeniería Civil y, así como el curso de probabilidad, es fundamental en los programas de Ingeniería . Además, es uno de los primeros cursos en donde los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar sus conocimientos en un contexto real. Juan Carlos Reyes, director del curso, y Francisco Galvis, profesor de una sección, participaron en la transformación del curso que incluyó estrategias como blended learning y pedagogía activa. El rediseño –que estuvo acompañado del desarrollo de material audiovisual– redujo el tiempo presencial de clase en un 30%.

Mientras en el curso de probabilidad se pudo medir el impacto comparativo con el examen final, en este curso no fue posible porque todas las secciones estuvieron involucradas en el rediseño. Para reemplazar este instrumento de evaluación, se tomaron como referencia las calificaciones de semestres anteriores al rediseño. La comparación no mostró una mejora significativa. Uno de los resultados a tener en cuenta es que en el primer semestre después del rediseño se dio el mayor porcentaje de reprobación en la historia del curso. Se detectó que esto fue producto de la cantidad desmedida de trabajo que estaban recibiendo lo estudiantes.

Pese a las dificultades que presentó el curso en el primer semestre después del rediseño, entre un 90% y 95% de los estudiantes –según las encuestas que se realizaron– encontraron que los cambios incentivaron la participación y la interacción entre estudiantes y profesor, así como la resolución de dudas en clase.

El profesor Juan Carlos Reyes opina que para llegar a estos resultados, los recursos producidos junto a Conecta-TE fueron indispensables:

Mecánica de sólidos rígidos

Tal como los dos cursos anteriores, “Mecánica de sólidos rígidos” es un curso obligatorio en una de las carreras de la Facultad de Ingeniería. Su objetivo principal es que lo estudiantes aprendan a interpretar la realidad bajo un marco de ingeniería mecánica y civil. Cabe notar que este curso, en los cuatro años antes del rediseño, tenía la tasa más alta de retiros y el promedio más bajo dentro del departamento. El profesor de las clases magistrales, Juan Pablo Casas, hizo parte del proceso de transformación del curso, que consistió en un enfoque de “clase invertida” complementado con recursos multimedia y constantes ejercicios de práctica para captar el nivel de entendimiento de los estudiantes a lo largo del curso.

Siendo uno de los cursos de mayor dificultad para los estudiantes, se esperaba una mejora en las estadísticas de retiros y desempeño (calificaciones). Tras el rediseño, aunque el curso se mantuvo con notas más bajas que el resto de clases de Ingeniería Mecánica, se dio una tendencia positiva. La tendencia también aplicó para la cantidad de estudiantes que retiraban y reprobaban. Entre los tres cursos que se rediseñaron, este fue el mejor recibido por los estudiantes, ya que entre el 95% y el 99% opinaron que la interacción y la participación fueron más eficientes.

Tras observar la experiencia del curso, el profesor Juan Pablo Casas opinó que la autonomía y responsabilidad que la metodología imprimió en los estudiantes fue fundamental para que los resultados y el compromiso de ellos mejorara:

El piloto en la Facultad de Ingeniería fue un proceso arduo que, como se ha visto, produjo resultados importantes para los profesores y estudiantes de varios departamentos. Además, mandó un mensaje claro del proyecto de la Facultad: generar una transformación en la manera de ver las clases y que el estudiante tenga mayores formas de aprendizaje con el uso de la tecnología.